Los abrazos interminables.
Que me mires a los ojos.
Las palabras de cariño, apoyo y ánimo.
Que no te importe que mis lágrimas empapen tu ropa.
Que seques mi llanto con los dedos.
Tenerte cerca.
Que a pesar de todo, creas en mí.
Nunca podré agradecerte lo suficiente el bien que me haces, tu apoyo, tu ánimo. Me enseñas cada día que se aprende de cada cosa que hacemos y se paga un precio por ello. Ahora creo que he aprendido poco y pagado mucho pero cada vez que te tengo a mi lado descubro que no he perdido la esperanza de cambiar las tornas algún día.
Te quiero.
Siempre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario