domingo, 23 de septiembre de 2007

Tardes de domingo

Cuando llega una tarde de domingo en la que mi chico tiene que currar y me veo sola en casa sin nadie a quien recurrir para pasar mejor el rato me doy cuenta de lo terrible y patéticamente sola que estoy. Cero amigos. Todos se han ido alejando o me he alejado yo de ellos.

Se acerca la fecha de mi cumpleaños y aunque hace mucho dije que no iba a celebrarlo más, al final siempre me ha gustado juntar un poco a la gente y pasarlo bien un rato. Pero ahora es más que obligada la decisión porque por mucho que quisiera, no tendría a quién invitar a mi "fiesta". La mayoría del tiempo la paso con Sergio, y luego solo tengo a Dani, al que veo más bien poco, pero que tiene una vida tan formada con otras personas que me da vergüenza decirle que me gustaría pasar más tiempo aún con él. No tengo derecho. Y después, no queda nadie.

El viernes en el cumpleaños de Sergio me di cuenta de que, aunque los vea poco, él siempre tendrá un grupo de gente, su gente, a la que puede recurrir cuando no está conmigo y con la que desgraciadamente no tengo nada que ver. No estoy del todo a gusto en su compañía, no porque sean mala gente, que no lo son, sino porque me siento desplazada. Son sus coñas, sus recuerdos, sus batallas...son sus amigos, no los míos. La situación más parecida que ha tenido que pasar Sergio con amigas mías son las niñas de la tienda y no son amigas mías de verdad, de las que siempre tienes cerca. Son gente encantadora con la que paso muy buenos ratos, pero nada más. Y aparte de ellas, no tengo nada más.

Me deprime mucho darme cuenta de que no tengo a nadie realmente cercano. No tengo un grupo, aunque sea pequeño, que me arrope y con quien compartir los momentos especiales de mi vida. Dependo totalmente de lo que hagan dos personas que ni siquiera pueden verse y cuando no puedo estar con ellos, me toca estar sola en casa.

Dani siempre me dice (ya lo hacía el año pasado y lo hace este) que el módulo me vendrá bien para conocer gente, para hacer amigos, pero que tengo que poner de mi parte. Que tengo que darle a la gente la oportunidad de conocerme y mezclarme con ellos. No le falta razón, pero a mi edad no es fácil meterse en un grupo de gente que a su vez ya tiene sus propios grupos de gente. A mí siempre me faltará algo.

Es muy triste, nunca pensé que llegaría a ser una de esas chicas que sólo saben estar con su pareja y pierden todo lo demás. Claro, que yo me lo he ganado a pulso. Este año nadie se acordará de mí, ni de mi cumpleaños, y cada vez irá a menos hasta ser una mancha en la memoria de alguien. He cambiado tanto que ya ni me reconozco. Antes me encantaba estar con gente y ahora soy como un perrito asustado porque sus anteriores dueños le molieron a palos.

Las tardes de domingo sola en casa son un placer para el que lo busca. La soledad es un placer para el que la persigue. Me gusta la soledad, pero últimamente me empalaga estar tanto conmigo misma.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Boikot

Es un grupo que me encanta, les he visto en multitud de ocasiones, he bailado y gritado sus canciones hasta quedarme sin voz; incluso he podido conocer a dos de ellos y comprobar que son buena gente. Pero siempre, SIEMPRE tendré un mal recuerdo asociado con ellos.

Hace mucho que no hablo de este tema e intento no pensarlo mucho porque me causa mucho dolor. Fue hace muchos meses ya pero para mí no ha pasado el tiempo, igual que para muchas otras cosas. Pero me da miedo sacar el tema porque parece que ya no procede hablar de él, que ya no hay motivo. Pero a mí me duele como si hubiera sido ayer y sigue haciendo que me sienta insegura y frágil, sin confianza en mí misma.

Que la persona que te dice que te quiere esté por otro lado besando a otra chica no es plato de gusto para nadie. Lo dejé todo por él y así me lo pagó y encima me enteré meses después. Me siento humillada y pisoteada. Y se le llenó la boca de decirme que lo sentía, que me quiere, que no iba a volver a hacerme daño, que fue cuando no estábamos juntos todavía, que no significó nada...

Puede decirme misa, pero yo no lo olvido. Y sí, se supone que debo estar más tranquila ahora, que desde entonces está haciendo el esfuerzo de ganarse mi confianza, pero no la tiene. Estar todo el día juntos no es la manera de que yo recupere mi confianza. Lo más importante es que pueda estar tranquila estando sin él y no lo estoy. Sigo pensando en que podría estar mintiéndome y yo no me enteraría igual que no me enteré la otra vez. Sigo pensando que le gustan más las mujeres que a un tonto una tiza y que puede hacerse a la tía que quiera y a mí venirme diciendo después cuánto me quiere. Sé que por una parte no es justo porque se supone que le he dado un voto de confianza, que decidí creer que de verdad quería estar conmigo. Pero siempre que me viene a la cabeza este tema me doy cuenta de que sigo sin confiar. Y no sé qué solución puede tener esto.

Y además, cuando me dice que se pone celoso de Dani, me dan ganas de chillarle que no tenga tanta cara dura, que yo no tengo que dar explicaciones de nada ni demostrar nada, que él es el que tiene algo que demostrar. Pero no puedo hacer eso tampoco. Me siento confundida, me siento mal y sobre todo me siento poca cosa. No me valoro mucho normalmente pero después de aquello mi autoestima directamente no existe. Y no sé si lo podré superar, pero sí sé que no puedo estar con alguien en quien no confío.

Siempre que escuche Boikot, vaya a un concierto y, sobre todo, vea imágenes de aquel concierto en particular, lo reviviré todo como si no hubiera pasado ni un solo día. Y seguirá amargándome la existencia. No sé qué voy a hacer.

martes, 11 de septiembre de 2007

K.O.

Cuando crees que las cosas empiezan a mejorar un poquito alguien te pone la zancadilla. Empieza a ser más que habitual en mi vida y estoy un poco hasta los cojones. Creía que ese curro era mío. No era una maravilla, pero tenía de nuevo un poco de confianza en mí misma y en mis posibilidades. Pensaba positivamente que estaban interesados en mí y van y me mandan un triste mail diciendo que "ha sido elegida una candidatura diferente a la mía". No me jodas...

Ahora estoy de bajón otra vez, ya me vuelve a dar todo igual, me dan ganas de mandar el módulo a tomar por culo y empiezo a cansarme de que la gente me diga que se alegra de que vaya a hacerlo y todos me hablan como si ya diesen por supuesto que lo hago. Todavía se llevan todos el chasco.

Ya me siento mediocre otra vez. Esto es un asco.

Apuntad bajo, tan bajo que a nadie le importe que triunféis.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Sin Título 2ª Parte

Fui a la dinámica de grupo que me propusieron en el curro del que me llamaron. La pasé y fui al día siguiente a una entrevista y todo para que me digan que ahora mismo no tienen vacantes de fin de semana. ¿Por qué me mienten entonces diciéndome que hay muchas vacantes en varios tipos de contrato?

Me dijeron que tanto para cogerme como para rechazarme me llamaban en Octubre. Otro mes en paro. No me quiero arriesgar a buscar otra cosa porque creo que tengo posibilidades, el curro me gusta...pero joder, otro mes sin un puto duro. No sé qué voy a hacer. Intento vender cosas que ya no utilizo para sacar pasta. Esto es de lo más humillante.

Por lo menos las cosas de pareja parece que se solucionan. Pasamos un momento tenso, una charla intensa como las llamo yo. Sergio se creía que sólo quería romper con él. Le dije lo que sentía y bueno, parece que lo entendió. No es que disfrute siendo desconfiada, pero no sé cuánto durará.

No sé, me siento un poco rara.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Sin Título

Hoy no se me ha ocurrido un título para la entrada pero tampoco creo que importe.

Como ya escribí, el otro día fui a mi instituto y sí, allí me encontré con profersores y compañeros de clase que me preguntaron qué estaba haciendo o qué tenía pensado hacer. "Puede que eche la preinscripción", les dije. Sorprendentemente la gente está más contenta y más ilusionada que yo ante la idea de mi vuelta y no sé por qué. Hasta Jose Luis le dijo a Sergio que tenía que animarme para que volviera. No sé, me pareció todo un poco surrealista.

Por otro lado, las sensaciones no fueron tan malas como pensaba, no me sentí tan agobiada. Heblé con mis compañeros de sus exámenes de recuperación, ayudé a Mónica a resolver alguna duda y charlando con ellos me volvió a entrar el gusanillo. Me llevé la preinscripción y la eché al día siguiente. Eso no quiere decir nada porque aún puedo rajarme al echar la matrícula, que sería a final de mes. Pero todo el mundo me dice que está contento de que lo haya hecho, de que haya dado un primer paso aunque yo siga sin estar convencida del todo. No sé, por una parte me apetece mucho, por tener la cabeza y el tiempo ocupado en algo útil. Por otra parte, ya se sabe lo que asusta.

Y en lo que a tema de trabajo se refiere, pues sigo en paro aunque hoy tengo otra entrevista. Y sigo en paro aunque en mi penúltima entrada dije que empezaba en un trabajo nuevo porque cuando llegué allí el martes, después de pasar un lunes de mierda, estaba esperando al chico que me iba a dar la formación (y que casualidades de la vida también se llama Sergio) y se me vino todo encima. Aparte de lo baja de moral que me encontraba me vi de repente trabajando en un sitio que no me apetecía, por un mísero sueldo que no me da ni para pipas. Y en un momento dije que me habían llamado de otro sitio que me interesaba más y me marché. Es cobarde, lo sé, pero era un curro de mierda. Si hubiera sido otra cosa más jugosa me hubiera aguantado y habría dado la cara, pero por eso...no, ni pensarlo.

Así que así estoy, esperando una entrevista donde curra una amiga mía, a ver qué me dicen. Me da un poco más de ánimo el tipo de comercio que es y también que, cuando ayer les cogí el teléfono, reconocí un número que ya me había llamado más veces y que nunca había llegado a descolgar. Es decir, que o se quedaban sin candidatos, o que aun viendo mi penoso curriculum están lo suficientemente interesados como para llamarme hasta que me han localizado. Prefiero pensar que es lo segundo, a ver si eso me sube un poco la moral.

Y por lo demás, mi relación se está yendo al traste. Últimamente todo son malentendidos, discusiones, puya va, puya viene. Sergio es incapaz, o al menos lo parece, de ver más allá de la palabra enfado. Está empeñado en que siempre lo hace todo mal, en que todo lo que dice me molesta o me cabrea y no es consciente de que yo no suelo cabrearme nunca. Las cosas me hieren o me duelen antes que enfadarme. Pero él no lo ve. Y yo no quiero que la persona que tengo a mi lado piense que soy una especie de bruja que está siempre de mal humor porque no soy así. Pero no es capaz de entender lo mal que lo estoy pasando por varios motivos juntos.

Yo intento abrirle mi corazón y decirle las cosas que siento, que es lo que siempre me critica; y siempre se siente atacado y como respuesta me ataca a mí. Y no puedo aguantar más ataques ya, no más llantinas, ni más noches en vela. Me gustaría que entendiese mi mecanismo. Que lo único que desearía es que me conociera mirándome a los ojos y descubriendo lo que necesito, no preguntándome a todas horas lo que me pasa.

Sé que soy rara, que lo normal es hablar las cosas, solucionar los problemas con diálogo, pero yo no puedo. Me bloqueo, las cosas que quiero decir que crean angustia y me pongo a llorar. Sólo deseo que haya un poco de complicidad. Uno de esos momentos en los que sólo con mirar al otro sabes que sobran las palabras, que lo único que hace falta es un largo abrazo que me quite los miedos y las angustias.

Pero no hay manera. Él sigue pensando que estoy siempre a malas y me duele. Lo más probable es que todo se vaya a la mierda y seguramente sea por mi culpa. Será que pido demasiado.

Así que ya sabéis, cuidado, que parece que muerdo.

martes, 4 de septiembre de 2007

Todo se va a la mierda

Y creo que el título es lo bastante descriptivo como para no tener que escribir una entrada. Voy a quedarme sola del todo.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Septiembre

El verano ha pasado volando, como sabía que ocurriría. Tres meses desde que terminó mi último contrato. Ha sido un buen verano, he salido mucho de Madrid a sitios muy distintos y me ha venido bien. Pero es ahora, cuando la sombra de la rutina vuelve a planear, cuando noto que me vuelve el agobio. Sería síndrome postvacacional si supiera a qué rutina vuelvo, pero como no tengo ni idea...

Dentro de dos días empiezo un trabajo nuevo que no me ilusiona en absoluto y que me apetece menos todavía. Me paso el día mirando anuncios de pisos y habitaciones en alquiler que no voy a poder pagar porque mi sueldo es o será una risa. Mañana acompaño a mi chico al instituto que abandoné hace ya cinco meses y me aterra sólo pasar por la puerta.

Me gustaría que todo fuera más sencillo. Creo que si pudiera irme de casa afrontaría el resto con más vigor porque ahora mismo este ambiente me tiene amargada y asfixiada. Sé que no quiero estar aquí porque cada vez que entro por la puerta deseo que no haya nadie aunque sepa que es improbable. No quiero cruzarme con ella, no quiero ocuparme de nada de la casa. Antes no me importaba tomar un poco las riendas, no me importaba ir a la compra, pagar recibos...pero ahora, si no fuera porque mi padre sigue confiando en mí para que lo haga, lo mandaría todo a freír espárragos.

Ojalá encontrara a alguien de confianza que quisiera compartir un piso conmigo. Alex era mi mejor opción ahora que vuelve de Canarias pero, como es lógico, quiere vovler un tiempo a su tierra antes que pensar en irse a otra ciudad. Y de la gente que conozco, pues como que no. El que no está independizado ya no tiene ganas de estarlo. Ojalá la segunda habitación de la casa de Berta se quedase libre, me iría sin dudarlo. Aunque la casa no sea una maravilla, sólo la compañía merece la pena.

Espero encontrar a alguien que quiera o en su defecto, unos compañeros con los que la conviviencia sea grata y fácil. Ojalá pudiese irme sola.

En fin, estoy con la expectativa de lo que sentiré mañana cuando llegue al módulo, de si me encontraré a algún profesor que me pregunte qué tal, por qué me fui, si voy a volver. Quiero saber lo que siento al cruzar esas puertas otra vez, por las que huí despavorida. Seguramente se merecerá una entrada mañana.

Ahora, a las 2.20 de la mañana, voy a intentar que me entre el sueño porque no tengo ganas de pasar otra noche en vela. Buenas noches.

Buena pregunta

-¿Cómo es que te has quedado en casa y no has llamado a nadie para quedar?

-¿A quién?, no tengo a nadie con quien estar.