Supongo que es cuestión de acostumbrarse, pero es difícil. También hay algo de envidia, no sé si sana o no, de que tengas la posibilidad de hacer tantas cosas y estar con tanta gente y yo no. Se te llena la boca diciéndome que tengo que abrirme a nuevas amistades, conocer gente y dar la oportunidad de que me conozcan. ¿Crees que yo no tengo ganas de tener amigos? No, las cosas no son tan sencillas.
Mientras tanto, me siento un poco boba perteneciendo a una rama de tu vida, no a ella en sí, una vida paralela en la que ignoro muchas cosas de la otra. No sé, tal vez haya otra u otras personas de las que no quieras hablarme y estás en tu derecho. Pero no deja de ser una sensación extraña en el estómago.
Es curioso. Hace poco a mí tambiénme han "acusado" de tener una vida paralela contigo. Eso debería hacerme entenderle mejor cuando me habla de lo duro que se le hacen algunas cosas, pero no me ayuda tanto y no sé por qué. Sólo puedo pensar que sí, me tienes en tu vida, pero apartada de todo lo demás que hay en ella. Sólo puedo pensar que hay veces que no reconozco a esa persona.
Imagino que en alguna ocasión alguien habrá pensado eso conmigo. O tal vez no y me estoy engañando. No creo que nadie me echara de menos durante mucho tiempo y tal vez lo que necesite sea conocer gente sí, pero también cambiar de aires. Todos mis "intentos" han estado frustrados, bien porque así me lo pidieron, bien porque no he tenido el valor suficiente. No creo tenerlo ahora tampoco pero estoy asfixiándome aquí. No me gusta mi vida, no me gusta la manera en la que se desarrollan las cosas en ella, no me gusta estar ni sentirme sola y quizá sea la cura que necesito.
Cuando hace unos meses quise tomarme un tiempo por mi cuenta ni siquiera aguanté tres días. Es muy triste darme cuenta de que no sé estar sola. Llevo tanto tiempo sin estarlo, enlazando una relación con otra, que no me acuerdo de lo que es. Sin compromisos, sin responsabilidades hacia otra persona, sin explicaciones, discusiones, celos, envidias, comparaciones...Estoy cansada de todo eso.
Ayer fue un rato de charla productivo a mi entender. Sabes que aunque me cueste soy una persona con la que se puede hablar tranquilamente.
Me duele no poder gritar que eres el amor de mi vida porque no sé si es cierto.
Me duele que te compares y sientas que pierdas, que él se está adueñando de la que era tu vida. Siento que por estar conmigo hayas sacrificado a muchas personas de tu vida.
Me duele hacer que la persona que está conmigo pierda casi todo lo que le rodea. Es la segunda vez que me pasa y ahora no tengo fuerzas para enfrentarme a ello como la primera vez. No tengo ganas de apoyarme y decir "No pasa nada porque si estamos juntos, podremos con ello". No quiero hacer nada de lo que hacía antes. No quiero comparar nada con antes.
Intento mirar hacia el futuro de mañana, nada más lejano, pero el peso a mis espaldas en un gran fardo del que no me libro. Me condicionará para el resto de mi vida.
Tal vez debería parar en algún momento y gritar que la persona que más quiero soy yo, y a partir de ahí reconstruir los pedazos de todo lo que he dejado caer al suelo.
¿Egoísmo? Tal vez. A estas alturas poco me importa.
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